Museotik Historias
Cochecito Orbea
En el tejido de la historia industrial, a menudo encontramos conexiones sorprendentes entre objetos aparentemente dispares. ¿Qué tienen en común un coche capota, una bicicleta y un arma? A primera vista, podrían parecer elementos sin relación alguna, pero si profundizamos, descubrimos un hilo conductor que los une: la tubería.
Durante la Primera Guerra Mundial, la industria armamentística experimentó un auge sin precedentes para satisfacer las demandas del conflicto. En los talleres y fábricas de la época, se producían armas en masa para satisfacer la gran demanda.
La I Guerra Mundial termina en 1919. Aprovecharía este vacío para subrayar la capacidad de la sociedad para reinventarse y sobrevivir en tiempos de crisis.
El mundo se encontraba inmerso en una era de cambios y desafíos. Los países se recuperaban de la devastación de la Primera Guerra Mundial y lidiaban con las secuelas de la Gran Depresión.
Ante esta situación, muchas fábricas se vieron obligadas a agudizar su ingenio y buscar nuevas líneas de productos para sobrevivir. La familia Orbea de Eibar, cuya historia estaba estrechamente ligada a la fabricación de armas, dio con un nuevo producto para diversificar su producción. Aprovechando el hierro que tenían para la fabricación de armas, comenzaron a manufacturar bicicletas y coches de bebé.
Los coches de capota no se parecían en nada a los que actualmente podemos ver por la calle. En un inicio funcionaban con tracción animal o humana. No fue hasta el siglo XIX cuando aparecieron los primeros coches ideados para ser empujados, y no estaban al alcance de cualquiera. Tras la Primera Guerra Mundial, el coche capó fabricado con tubos que utilizaban las empresas eibarresas Orbea y CIA para la industria armera fue uno de los primeros cochecitos del mercado disponibles para familias de clase media.
El coche capota Orbea y CIA, surgido en un momento de transformación industrial y social, no solo fue un producto que surgió de la necesidad de diversificar la producción tras la contienda. El nuevo cochecito fue también un símbolo del cambio en la forma en la que las familias interactuaban y cuidaban de sus hijos
Este cochecito, fabricado en serie y accesible para familias, representó una innovación significativa en la movilidad infantil. Proporcionaba a las familias un medio seguro y cómodo para transportar a los bebés durante sus primeros meses de vida.
El coche capota, la bicicleta y el arma, cada uno a su manera, reflejan la capacidad del ser humano para adaptarse ante la adversidad e innovar y transformar su entorno.
EXPLORA LAS COLECCIONES
Cochecito para niños ORBEA Y CIA SENC
Museo de la Industria Armera
Revólver Orbea Hermanos modelo Ona
Museo de la Industria Armera
Bicicleta Orbea
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