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Museotik Historias

Alfabetos

A lo largo de la historia de la humanidad la comunicación siempre ha estado presente: el lenguaje, los gestos, las señales.... Sin embargo, durante años no hubo una manera de transmitir la comunicación con vocación de perdurar, necesitaban un sistema que permitiese narrar sus historias a las futuras generaciones.

Todo cambió con la llegada del primer alfabeto. Fue desarrollado por los sumerios en Mesopotamia hace más de 5000 años. Conocido como el sistema de escritura cuneiforme utilizaba signos impresos en tablillas de arcilla que con la ayuda de un estilete permitía a los sumerios registrar leyes y transacciones comerciales.

No muy lejos de allí, en el antiguo Egipto, los escribas usaban jeroglíficos. Este sistema de escritura era su manera de hacer perdurar las historias y leyendas de su civilización.

Pero, ¿cómo fue evolucionando el alfabeto hasta llegar a la actualidad? Tras los avances de los egipcios llegaron los fenicios, seguido por los griegos, que adoptaron este alfabeto y lo hicieron suyo. Lo modificaron añadiendo vocales y desarrollaron esta manera de escribir plasmándola en sus escritos sobre filosofía, ciencia y política...

No fue hasta la época de los romanos cuando se sentaron las bases del alfabeto que hoy conocemos. Los romanos adaptaron el alfabeto griego y así se creó el conocido alfabeto latino. Este alfabeto latino es la base de muchas lenguas modernas.

Gracias al auge del imperio romano, este alfabeto llegó a todos los rincones de Europa sentando las bases de la comunicación escrita de Occidente.

En paralelo, otras civilizaciones desarrollaron sus propios alfabetos. En la India, el alfabeto brahmi dio origen a muchas de las escrituras del sur de Asia. En China, los caracteres chinos evolucionaron, proporcionando una escritura que perdura hasta nuestros días.

Y con el tiempo, los alfabetos se convirtieron en herramientas fundamentales para la transmisión del conocimiento y la cultura. La invención de la imprenta en el siglo XV por Johannes Gutenberg permitió la reproducción masiva de textos, democratizando el acceso a la información.

Hoy en día, los alfabetos siguen siendo la columna vertebral de nuestra comunicación escrita. Desde los mensajes de texto hasta las novelas, los alfabetos nos permiten compartir pensamientos, emociones e ideas.

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